EN UN MUNDO DE MUSICA
Es precioso el sonido de esos instrumentos, aunque sean electrónicos, o que va, es solo la música. Es eso lo que es hermoso, la música. Es curioso que no se el tiempo que hace que tengo ese disco ahí, y no lo había puesto nunca.
Me ha hecho volver a mis paseos por el castillo, de final de este verano y principios de otoño. Porque hoy no subiría allá arriba por casi nada del mundo (Bueno por algo si) y menos con este catarro enorme que me hace la nariz como un pimiento. Pero por aquello si figuro que subiría.
Es curioso como ciertas músicas te hacen ir a lugares sin necesidad de estar allí. También me lleva a algunos fines de semana ya casi extinguidos en lo más lejano y oscuro de mi memoria. A uno de aquellos sábados lluviosos en que a pesar de la lluvia del catarro y del frió esperaba justo al lado del pilar que hay justo en el centro de la plaza mayor. Hasta que llegaba.
Es una maravilla mi música querida. Me transporta por esas terrazas llenas de piedrecillas, a veces, de canchos medio escondidos y solo vistos a ras del suelo, allí arriba junto a las vetustas piedras del castillo, que primero fue romano, y luego árabe, y ahora infiel según dicen. Con el cielo azul teñidos de rojos como en la foto de ayer, alguna que otra nubecilla blanquecina deshilachada, y al poco rato la Preciosidad con mayúsculas que es a luna, lunaaaa, esa que tanto me gusta y que yo llamo de las mil y una noches. Y esas guitarras que suenan lloronas alargado las frases, que parezca que se hacen eternas, solo interrumpidas de pronto por una batería que le de marcha a languidez de esa música que se me mete en los huesos, y poco a poco va llenándome todo, hasta desparramárseme por los ojo, por los oídos, por .
Creo que si me quitaran mi música simplemente me secaría y acabaría en nada. ¡Joder pero porque no había puesto nunca este disco!
Lo único malo de los vinilos es que te rompen la magia, con tener que dar la vuelta a la cara. Pero por lo demás son una gozada sobre todo si los comparamos con los fríos CDS.
Cuantos sentimientos, cuantas tardes de música, cuantas declaraciones, cuantos besos, cuantas caricias, cuantas miradas eternas a los ojos, cuanta música, cuanta soledad, cuantas lagrimas, cuantos recuerdos, cuanto. Cuanto dentro de esos microsurcos.
Son, esos microsurcos como aquellos cañones sinuosos, grietas negras, de tinta china negra, que surcaban extraños e inhóspitos planetas, lejanos, yermos, vacíos de vida solo surcados por estos maravillosos microsurcos con un cielo negro y luz blanca total, por falta de atmósfera. Y llenos sin embargo de notas maravillosas como estas que me están regalando esta noche estos Camel llenos de lirismo infinito, y que yo despistado de mí ni siquiera había puesto, hasta ahora, cuantos discos habrá como este por ahí perdidos. A veces los compraba y por despiste o por
Porque no estaba ese día para músicas, porque entonces ya compraba la música yo solo, se quedaban ahí entre los otros. Pero por otro lado, tiene su encanto encontrarlo ahora al cabo de tantos años, nuevo reluciente, sin un solo chasquido. Nunca un CD Sonara como suena un vinilo nuevo. Nunca. Porque estos vinilos tienen alma y los CDS tan solo son brillantes, bonitos, asépticos, y fríos como robots.
Esta noche posiblemente me tiraría toda la noche escribiendo tontunas como estas. Pero Hoy ya he vuelto a la realidad como decía en el post de anoche. Y mañana tengo que volver al mundo de los números. Muy temprano. Me voy con las mil flautas, las guitarras, los sintetizadores y demás cachivaches electrónicos de Camel y su Preasume Points Live in Concert Grande muy grande.
Deberíais escucharlo.
(Erik: Del libro verde, sobre un dibujo original de D.Barry)
MUSICAS: CAMEL* JUSTIN HAYWARD.
PD.Mararia y sus fotos tuvieron mucho que ver,a parte de la musica de Camel en este articulo.
Me ha hecho volver a mis paseos por el castillo, de final de este verano y principios de otoño. Porque hoy no subiría allá arriba por casi nada del mundo (Bueno por algo si) y menos con este catarro enorme que me hace la nariz como un pimiento. Pero por aquello si figuro que subiría.
Es curioso como ciertas músicas te hacen ir a lugares sin necesidad de estar allí. También me lleva a algunos fines de semana ya casi extinguidos en lo más lejano y oscuro de mi memoria. A uno de aquellos sábados lluviosos en que a pesar de la lluvia del catarro y del frió esperaba justo al lado del pilar que hay justo en el centro de la plaza mayor. Hasta que llegaba.
Es una maravilla mi música querida. Me transporta por esas terrazas llenas de piedrecillas, a veces, de canchos medio escondidos y solo vistos a ras del suelo, allí arriba junto a las vetustas piedras del castillo, que primero fue romano, y luego árabe, y ahora infiel según dicen. Con el cielo azul teñidos de rojos como en la foto de ayer, alguna que otra nubecilla blanquecina deshilachada, y al poco rato la Preciosidad con mayúsculas que es a luna, lunaaaa, esa que tanto me gusta y que yo llamo de las mil y una noches. Y esas guitarras que suenan lloronas alargado las frases, que parezca que se hacen eternas, solo interrumpidas de pronto por una batería que le de marcha a languidez de esa música que se me mete en los huesos, y poco a poco va llenándome todo, hasta desparramárseme por los ojo, por los oídos, por .
Creo que si me quitaran mi música simplemente me secaría y acabaría en nada. ¡Joder pero porque no había puesto nunca este disco!
Lo único malo de los vinilos es que te rompen la magia, con tener que dar la vuelta a la cara. Pero por lo demás son una gozada sobre todo si los comparamos con los fríos CDS.
Cuantos sentimientos, cuantas tardes de música, cuantas declaraciones, cuantos besos, cuantas caricias, cuantas miradas eternas a los ojos, cuanta música, cuanta soledad, cuantas lagrimas, cuantos recuerdos, cuanto. Cuanto dentro de esos microsurcos.
Son, esos microsurcos como aquellos cañones sinuosos, grietas negras, de tinta china negra, que surcaban extraños e inhóspitos planetas, lejanos, yermos, vacíos de vida solo surcados por estos maravillosos microsurcos con un cielo negro y luz blanca total, por falta de atmósfera. Y llenos sin embargo de notas maravillosas como estas que me están regalando esta noche estos Camel llenos de lirismo infinito, y que yo despistado de mí ni siquiera había puesto, hasta ahora, cuantos discos habrá como este por ahí perdidos. A veces los compraba y por despiste o por
Porque no estaba ese día para músicas, porque entonces ya compraba la música yo solo, se quedaban ahí entre los otros. Pero por otro lado, tiene su encanto encontrarlo ahora al cabo de tantos años, nuevo reluciente, sin un solo chasquido. Nunca un CD Sonara como suena un vinilo nuevo. Nunca. Porque estos vinilos tienen alma y los CDS tan solo son brillantes, bonitos, asépticos, y fríos como robots.
Esta noche posiblemente me tiraría toda la noche escribiendo tontunas como estas. Pero Hoy ya he vuelto a la realidad como decía en el post de anoche. Y mañana tengo que volver al mundo de los números. Muy temprano. Me voy con las mil flautas, las guitarras, los sintetizadores y demás cachivaches electrónicos de Camel y su Preasume Points Live in Concert Grande muy grande.
Deberíais escucharlo.
(Erik: Del libro verde, sobre un dibujo original de D.Barry)
MUSICAS: CAMEL* JUSTIN HAYWARD.
PD.Mararia y sus fotos tuvieron mucho que ver,a parte de la musica de Camel en este articulo.
6 comentarios
Enma -
caos -
reatratado -
Pasiones Erik, pasiones.
alone -
Un besito. ;)
Erik -
Alone -
Espero tu resfriado se vaya lejos muy pronto y te sientas mejor.
Suerte en tu vuelta al trabajo.
Besitos.