Mujer
erik
No me he dado cuenta realmente cuando ha llegado, bueno, es natural había demasiada gente. Guardaba su turno nerviosa, o al menos esa apariencia tenían sus movimientos. Pelo largo y moderadamente lacio, castaño claro que le caía a veces sobre la cara cuando se agachaba a buscar o hacer algo en su mochila que ahora se había descolgado del hombro y descansaba sobre un banco de granito siempre en todo caso sin perder de vista el lugar de aquella larga cola por aquello dé no perder su turno. No pude por menos de fijarme intermitentemente en ella mirándola toda ella desde el pelo hasta los zapatos, tenia una bonita figura cubierta por una chaqueta liviana que dejaba ver una camiseta cortita que le dejaba el ombligo al aire y unos pantalones vaqueros algo ajustados de cintura corta y unas botas de lona.
Era de esas mujeres guapas pero sin exagerar que te hacen mirarle a la cara primero y que hacen sentir una sensación de agradable suspenso.
Al fin la ha tocado el turno y cuando se disponía a solicitar su petición el anterior "colista" se volvió a demandar alguna explicación más de algún dato que no le habría quedado totalmente claro. La expresión de sus rostro fue como si se le cayera el mundo encima y: -¡Oh no, por Dios...! ¡Tengo muchísima prisa! - El pesado (pensó seguro por su cara) no se corto en absoluto y se tomo su tiempo con creces hasta quedarle claro del todo.
Bien señorita ya esta, esto es para usted, esto para mi y ya esta tramitado y en su destino (maravillas de la ciencia cibernética).
Ahora estaba radiante y una sonrisa preciosa se dibujo en su cara y. Yo pobre mortal, ya con esta transacción quede feliz para todo el resto de mi jornada laboral.
Intente seguirla con la vista hasta la puerta zigzagueando entre el publico que se agolpaba haciendo cola hasta que se perdió entre los pesados barrotes de hierro forjado de a puerta de la entrada.
Musicas: Eagles / hell freezes over.
Eagles - Hotel California
Un oscuro camino del desierto. Viento frío en mi pelo.
Cálido olor de colitas elevándose en el aire.
Adelante, en la distancia, vi una luz trémula. Mi cabeza se puso pesada y mi vista se oscureció. Tenía que parar por ser de noche.
Ella estaba en la puerta de entrada. Escuché la campana de la misión, y pensaba para mí: esto debe ser el cielo o el infierno.
Entonces ella encendió una vela y me mostró el camino.
Había voces bajo el corredor, me pareció escucharlas decir "Bienvenido al Hotel California", un lugar tan adorable y lleno de habitaciones. En cualquier momento del año lo puedes encontrar aquí.
Su mente está perturbada por las alhajas. Ella tiene un Mercedes Benz. Tiene muchos chicos lindos que llama amigos.
Bailaban en el patio. Dulce sudor de verano. Algunos bailes para recordar, algunos bailes para olvidar.
Entonces llamé al Capitán: Por favor, déme mi vino. Y él dijo: "No hemos tenido ese espíritu aquí desde 1969".
Y aún aquellas voces están llamando desde lejos. Te despiertan a la media noche solo para escucharlas decir... "Bienvenido al Hotel California".
Espejos en el techo, el champagne rosado en hielo.
Y ella dijo, aquí somos todos prisioneros de nuestra propia invención.
En la recámara del Capitán se reunieron para la fiesta. Ellos la apuñalan con sus cuchillos acerados, pero no pueden matar a la bestia.
Lo último que recuerdo es que estaba corriendo hacia la puerta. Tenía que encontrar el pasaje que me llevara al lugar donde estaba antes.
Relájate, dijo el hombre de la noche, estamos preparados para recibirte. Puedes reservar en cualquier momento que quieras, pero nunca puedes irte!
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2 comentarios
viveydv -
Y en cuanto a la historia, ¿eres funcionario? Soy tan cotilla....
ADAL -
BUEN RELATO Y LA CANCIÓN FUÉ UN GOLPE A LA MANDÍBULA .
SALUDOS
ADAL