Sombras
Fue una tarde mas de paseo, de un paseo que aunque forzado por las circunstancias (mi galena tiene la culpa) al final se ha quedado en algo agradable, muy, muy agradable al final. Y esa tarde fue una de esas que una vez allá arriba se calma se vuelve muelle y disfrutas de cada segundo mirando aquí y allá dejando que el viento te pegue en la cara, o te embelesas con la luna que va creciendo y se va haciendo cada vez mas brillante según corre el tiempo a favor de ella y en contra del sol. Es una tarde muy concurrida en ese lugar rodeado de almenas, y los pájaros van llegando a ocupar su lugar de descanso, bueno los pájaros
si quizás alguna paloma perdida pero la mayoría, chovas (grajos) esos pequeños corvidos negros que dominan casi por completo cada hueco en las murallas.
Van llegando y posándose en las altas almenas oteando que hueco quedara libre a su disposición. Y al final cae la noche y la tranquilidad se instala en el lugar.
Y ahora solo queda el silencio porque el ruidoso graznido de los pájaros cesa por completo y solo queda el recuerdo de los versos del poeta negro y maravilloso.
(Silueta:Erik)
«Y el cuervo, inmutable, sigue instalado, siempre instalado sobre el busto plácido de Palas, justo encima de la puerta de mi habitación; y sus ojos parecen los ojos de un demonio que medita; y la luz de la lámpara, que le chorrea encima, proyecta su sombra en el suelo; y mi alma, fuera del círculo de aquella sombra que yace flotando en el suelo, no podrá elevarse ya más, ¡nunca más!»
(E.A.Poe)
Van llegando y posándose en las altas almenas oteando que hueco quedara libre a su disposición. Y al final cae la noche y la tranquilidad se instala en el lugar.
Y ahora solo queda el silencio porque el ruidoso graznido de los pájaros cesa por completo y solo queda el recuerdo de los versos del poeta negro y maravilloso.
(Silueta:Erik)
«Y el cuervo, inmutable, sigue instalado, siempre instalado sobre el busto plácido de Palas, justo encima de la puerta de mi habitación; y sus ojos parecen los ojos de un demonio que medita; y la luz de la lámpara, que le chorrea encima, proyecta su sombra en el suelo; y mi alma, fuera del círculo de aquella sombra que yace flotando en el suelo, no podrá elevarse ya más, ¡nunca más!»
(E.A.Poe)
3 comentarios
Brisa -
Corazón... -
Cuántos días sin saludarte :( Hoy he sentido alegría de saber de ti :)
Que bonita imagen, he disfrutado del paseo por tus letras.
Saludos!
;o)
Anónimo -
se que lo disfrutaríamos mucho, bien lo se!
gracias por compartirlo tan explédidamente...
un beso 1ch