La chica de los ojos marron claro
(Erik)
Tienen un sabor especial los conciertos de primavera, pero no solo por la música en si, es todo, es el ambiente, los profesores, los alumnos, los turistas, espectadores ocasionales. El como a través de la ventana se va viendo caer poco a poco la tarde y como la montaña y la basílica ahí arriba del todo se va tiñendo de rojo, de cómo se refleja esa imagen en las vitrinas de cristal del museo que sirve de improvisado auditorio, de cómo poco a poco según se van las ultimas luces ya se ven mas las figuras expuestas, que la imagen reflejada en el cristal, de la montaña. De cómo la gente absorta unas veces por la interpretación y aburrida en otras, va abandonando la sala, no sin ruido. De cómo al final el ambiente entre músicos incipientes y músicos, músicos y no músicos se reúnen al final con el pequeño bullicio de los parabienes y felicitaciones para el interprete.
De cómo al salir, ya noche, reinando por doquier y acompañada de la suave temperatura invita a perderse por esas callejuelas de la ciudad antigua y a lo lejos el bullicio de los jardines de restaurantes y hoteles que salpican esos magníficos lugares.
Mientras la luz de las farolas se derrama por entre las esquinas. Y las luces y las sombras juegan con la imaginación, haciendo ver o pretender ver según que .
(Erik)
Pero dentro la música va fluyendo y según se van desgranando los estudios uno tras otro, este te trae a la mente recuerdos de vidas pasadas. Este otro de cuando aun aquello, recién acabado estaba aun latiendo, y como en ese momento su cabeza se lleno como en un flash back con la imagen de esa chica mucho mas joven que venia a ocupar el hueco dejado, y como no podías entender que ella. Joven, empezando a vivir con sus tan solo diecisiete años estuviera tan convencida de que quería compartir su tiempo, su vida con un ser que venia ya de vuelta de de cómo por mas que le decía que era una locura, que viviera en su tiempo, se decidía a acompañar a alguien en su futuro, al mismo tiempo que ella lo haría en su pasado.
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Y Sigue
Resignadamente bajo el cielo
Las melancólicas aguas reposan.
Tanto se mezclan allí las torres y las sombras
que parecen péndulos en el aire
mientras que desde una altiva torre en la ciudad
la muerte mira hacia abajo como desde una enormidad.
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Músicas: Sergei Rachmaninov. Concierto para piano y orquesta nº.2 . Vladimir Ashkenazy (Piano).
3 comentarios
MNKANTAVIVIR -
muchchchchchchchos
lunaaaaa -
Saludos Erik
toshiro -
Qué los conciertos de primavera nazcan en tus tímpanos.
Abrazos