Es que esta tarde ya habia salido el sol
Hacia una maravillosa tarde de final de primavera y ya mas de verano que otra cosa, el día ha sido muy caluroso, pero a esta hora cuando he salido a dar una vuelta no sentía tal calor si es que lo hacia. Quizás era mas que al fin era viernes por la tarde, y puesto el reset mi mundo es
bueno es eso de ¡Parad el mundo que me apeo aquí!
La verdad es que cuando he llegado la placita de la Vera Cruz el olor de las flores que se imaginan en los jardines de los distintos palacios y del viejo cementerio que hay alrededor dejaban un perfume maravilloso. Y sentía dentro una sensación de paz maravillosa por un lado el silencio que se podía cortar y los olores de las flores por otro. Lo he pensado si, es que realmente estaba feliz de simplemente no hacer nada, de solo pasear, de ver los gatos comiendo la comida que todas las tardes suele dejarles o bien mi amigo Cayin o la señora que vive enfrente de la vieja y destartalada cochera que es el reino de estos lindos felinos.
He pasado y como quiera que ya estén acostumbrados ni se han inmutado a mi paso.
Es fin de semana y estos parajes se llenaran de bullicio, pero será mañana o como pronto esta noche ya tarde, solamente me he cruzado con una pareja despistada que miraba la vieja iglesia de Santa Maria, luego me he ido por la callejuela al mirador que hay encima de una de las puertas de la muralla que rodea la ciudad para ver como se va enrojeciendo el sol, y entonces ha llegado una nueva pareja por lo que he decidido marchar en dirección al castillo, que, ¡maravilla! Estaba toda su explanada posterior solitaria por primera vez en muchas tardes. Oyendo mi música, oliendo las flores, disfrutando las luces que tiñen las pocas nubes que dan hacia el oeste, viendo como los aviones van dejando una preciosa estela raramente azul aclaró esta tarde contra el cielo rojizo, o como una ambulancia se aleja con sus luces ámbar girando allá a lo lejos en la carretera que va a la capital.
Hoy si he podido pararme un buen rato en el mirador, mi mirador, apoyado en la barandilla simplemente escuchando la música ya veces sobre ella los ruidos de los pájaros y los campanillos de las ovejas al fondo. Y de pronto me he dado cuenta de que tenía el móvil en mi mano y empezaba a mojarse por el sudor. ¿Pero que hacia con el teléfono en mi mano? Si ya he puesto el reset a las tres y cuarto de la tarde.
Luego ya una hora pasada de reloj, he llegado, ya para tomar el camino de vuelta a la explanada donde campaban en días pasados las amapolas y ahí justo ahí comenzó a cantar Celine
Dione , Because you loved me
Que coincidencia.
Y yo que no creo en ellas
(Amapolas. Erik)
Músicas: The Beatles.- Abbey Road.
La verdad es que cuando he llegado la placita de la Vera Cruz el olor de las flores que se imaginan en los jardines de los distintos palacios y del viejo cementerio que hay alrededor dejaban un perfume maravilloso. Y sentía dentro una sensación de paz maravillosa por un lado el silencio que se podía cortar y los olores de las flores por otro. Lo he pensado si, es que realmente estaba feliz de simplemente no hacer nada, de solo pasear, de ver los gatos comiendo la comida que todas las tardes suele dejarles o bien mi amigo Cayin o la señora que vive enfrente de la vieja y destartalada cochera que es el reino de estos lindos felinos.
He pasado y como quiera que ya estén acostumbrados ni se han inmutado a mi paso.
Es fin de semana y estos parajes se llenaran de bullicio, pero será mañana o como pronto esta noche ya tarde, solamente me he cruzado con una pareja despistada que miraba la vieja iglesia de Santa Maria, luego me he ido por la callejuela al mirador que hay encima de una de las puertas de la muralla que rodea la ciudad para ver como se va enrojeciendo el sol, y entonces ha llegado una nueva pareja por lo que he decidido marchar en dirección al castillo, que, ¡maravilla! Estaba toda su explanada posterior solitaria por primera vez en muchas tardes. Oyendo mi música, oliendo las flores, disfrutando las luces que tiñen las pocas nubes que dan hacia el oeste, viendo como los aviones van dejando una preciosa estela raramente azul aclaró esta tarde contra el cielo rojizo, o como una ambulancia se aleja con sus luces ámbar girando allá a lo lejos en la carretera que va a la capital.
Hoy si he podido pararme un buen rato en el mirador, mi mirador, apoyado en la barandilla simplemente escuchando la música ya veces sobre ella los ruidos de los pájaros y los campanillos de las ovejas al fondo. Y de pronto me he dado cuenta de que tenía el móvil en mi mano y empezaba a mojarse por el sudor. ¿Pero que hacia con el teléfono en mi mano? Si ya he puesto el reset a las tres y cuarto de la tarde.
Luego ya una hora pasada de reloj, he llegado, ya para tomar el camino de vuelta a la explanada donde campaban en días pasados las amapolas y ahí justo ahí comenzó a cantar Celine
Dione , Because you loved me
Que coincidencia.
Y yo que no creo en ellas
(Amapolas. Erik)
Músicas: The Beatles.- Abbey Road.
3 comentarios
lunaaaaa -
MNKANTAVIVIR -
Y x fin llego la llamada o solo paseaste el celular??
Coincidencias??...¨Poder mental??? o.... necesidad??.....
muchchchchchos besos
Brisa -