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Erik

2005

Anoche no pensaba hacer hada fuera de lo corrietne para despedir el año, al fin y al cabo a mi esto de los fines de año me han importado siempreun pimiento y no le doy mayor importancia que la que le daria al paso de cualquier dia al siguiente. No sali en toda la tarde de casa, pero como quiera que me asome a la ventana de la terraza y vi que en la parte alta de la ciudad, esa por la que me gusta dar los paseos nocturnos, estaba toda ella envuelta por la niebla, y como Maria estaba empezando a dar lata, fruto del aburrimiento de una tarde larga y tediosa encerrada en casa. Decidi llevarla a dar un paseo conmigo por alli y hacer unas fotos de paso, que se que a ella eso la encanta sobremanera.
De todas formas ya tenia pensado que la ultima noche de este anno horribilis y no por ser la ultima no iba a dejar de dar mi paseo por las alturas. Lo haria como cada noche que puedo hacerlo.
Mientras que por la zona baja de la ciudad tan solo se sentia el ambiente de una tarde mas otoñal que invernal a no ser por las luces navideñas desperramadas por esta o quella calle, este o aquel balcon.... El ambiente sin embargo por alla arriba entre los vetustos edicios del siglo XV envueltos en una niebla densa que humedecia los huesos sin piedad era de una paz que se podia mascar al igual que la sopa de guisantes que lo llenaba todo. Y los rayos que se colaban entre los cipreses y olivos que adornan la plaza que queda frente a la iglesia de Santa Maria la Mayor procedentes de los focos que alumbran esos edificios monumentales le daban un tono fantasmagorico. Lo dicho una gozada gotica total. Pero, ¡Ah! eso es para vivirlo in situ, no para imaginarselo leyendo estas lineas mal garabateadas con mi pobreton estilo narrativo.
Luego ya en el castillo la niebla se podia cortar y el viento frio que reinaba en lo mas alto helaba las manos y casi la camara, asi los niños corrieron a sentarse delante de los grandes focos que iluminan los muros del viejo castillo donde pocos turistas esta noche paseaban quizas tan solo dos o tres parejas y una en particular al cobijo de la niebla entregada a un abrazo largo y confortante se besaban sentados encima de una de las almenillas posteriores al castillo, dejando tan solo ver su silueta negra por los focos que desde arriba iluminan almenas y muros.....
El amor en negro llenando toda la noche apacible. Y alegrando las ultimas horas del año que por fin iba a acabar, y que no por ello dejara que el que empieza sea mucho mejor. ¡Seguro! Porque como dicen por ahi: --¡Si piensas que esto es malo, aun se puede poner peor.........!
¿Quien sabe, a lo mejor este es el año maravilloso que todo lo trae bueno, lindo, colorido.......?
Seguramente.
Músicas: Feist- Mushaboon.
ist


Erik: Amantes en la niebla

Y como lo prometido es deuda y a una chica le prometi en un comentario en su blogg que como correspondencia a un cuento lindo que me conto ahi. Le transcribiria otro y como quiera que es un poco mas extenso que el suyo, lo hare en varios dias. Aqui va: Se llama "La mañana en que los pajaros se olvidaron de cantar"

Nunca olvidaré la mañana en que los pájaros se olvidaron de cantar. Nunca mientras viva. ¡Mientras viva! Esta es una afirmación que me interesa recalcar.

Pero estoy divagando. Cuando yo haya muerto, creo que el mundo debe conocer mi historia, y por eso la escribo ahora. Y cuando la haya terminado la pondré al lado de mi testamento. No creo que a él le importe en absoluto. De hecho, lo que deseo es verle allá, por increíble que parezca.

Por aquella época tenía el hábito de leer hasta que la luz del sol se filtraba por las cortinas. Entonces, con delectación, cansado, me sumergía en un profundo reposo. Nunca en mi vida me ha gustado dormir demasiado. Mi descanso ha sido siempre como una muerte placentera, seguida de un despertar que se asemejaba a una reencarnación: para mí sin momentos de felicidad.

Aquella mañana me encontraba absorto releyendo mi novela favorita. Un relato extraño, encantador, pero intento de los dioses griegos, de la reencarnación y de las glorias del antiguo Egipto. Tarde en la tarde, escrita por Arthur McArthur.

A menudo me había maravillado que aquel hombre de nombre capicúa y su novela de titulo también capicúa, hubiesen conseguido año tras año captar toda mi atención.

Aquella novela siempre me había hechizado, tal como he dicho, y me hacía sentir profundamente atraído por su lectura.

Me encontraba absolutamente inmerso en las actividades más bien inquietantes de una casa de placer egipcia, cuando subconscientemente mi atención se apartó de la novela.

Algo inusitado ocurría. Como de costumbre, cuando me distraía de la lectura, inconscientemente cogía un cigarrillo. Al hacerlo esta vez, mis ojos quedaron fijos en el reloj de la mesilla de noche. ¡Las cinco y cuarto! No imaginaba que fuese tan tarde, Fue entonces cuando se formó en mi cerebro la pregunta: ¿Dónde estaban los pajaros?

Siempre, con la primera luz del alba, los pájaros saludaban el día con sus trinos y cantos. Mis pequeños amigos emplumados eran casi un despertador de tanta confianza como la campana de la iglesia que nunca dejaba de soltar su alegre tañido a las seis en punto. Aquella era mi sinfonía natural, mi señal melódica para apagar la luz y sumirme en un plácido reposo. Pero esta vez, me sentí profundamente desasosegado.

Me levanté de la cama y fui hacia la ventana. Separé lentamente la cortina y la abrí. El mundo exterior parecía estar envuelto en una niebla espesa y tangible. Casi al mismo tiempo, se apoderó de mí una sensación ultraterrena. De pronto me di cuenta de que estaba increíblemente frío.

En una especie de estupor escalofriante, me quedé boquiabierto ante la ventana mirando la niebla gris y viscosa que iba penetrando en mi habitación. Durante lo que pareció una eternidad mis pies parecieron estar pegados al suelo. Finalmente, tuve la presencia de ánimo de ir a mi armario ropero y coger algunas prendas. Me vestí aturdidamente calzándome unas zapatillas de estar por casa.

Seguía sintiendo frío. La extraña y movediza niebla que ahora llenaba por completo mi dormitorio parecía acariciar con dedos de hielo el tuétano de mis huesos.

De pronto, me sentí inexorablemente empujado hacia el exterior. Con mucho recelo, y con unos movimientos que no respondían en absoluto a mi propia voluntad, abrí la puerta de mi habitación y me dirigí hacia el vestíbulo. La niebla se arrastraba tas de mí. Llegué a la puerta principal, la abrí y di unos pasos en el porche. A lo lejos oí el silbido lúgubre de un tren. Mentalmente me aferré a aquel sonido, como si fuese mi último vínculo con la realidad.

P.D. Aqui lo dejo, hacia mucho que no venia a visitarme este maldito dolor y ha venido con el nuevo año y sin avisar, pero no hay nada que un vaso de agua no solucione en estos casos, aunque reconozco que esta vez se ha pasado un poco y me ha dejado un poco mareado. Voy a salir a tomar un poco de fresco, pero por si acaso me llevare mi botellita de agua.....

11 comentarios

Anónimo -

no se govina

Gobina -

Madre mía....Cuatro años, hace de este post...Erik ,el fantasma de la ópera,..así te conocí yo, y por estás fechas,más o menos...por cierto, tú sabes quiéne era, pavese?

un beso

Erik -

Ah! .Ojos bonitos si no me encuentras aqui algun dia pincha en el link que dice laliradepolo.
A veces me suelo pasar por esa direccion:http://laliradeapolo.blogspot.com

erik -

Me alegro que ya lo tengas de nuevo, espero pronto saber de ti mas a menudo.

Ven pronto OO.BB.

Carmen Gloria -

Mi dulce amiguito espero hayas recibido mi email y, que este año sea genial y sin dolores eh! Ya tengo Internet y estoy feliz. Besos y más besos de tu amiguita linda y hermosa jajaja
PD: Gracias por el link Oo.Bb me gusta ese nombre jijijiji que vanidosa eh! jajaja

erik -

Si tiene la seguire completando-

buho -

Bueno, para mí no se si ha sido horribilis o no, lo cierto es que un año de muchos cambios, de dejar de soñar aunque no de ilusionarme, de dejar de ser niña para madurar (ya era hora), de dejar de creer en muchas verdades para creer en otras... Buen año, pues no me puedo quejar.
Muy bonito tu relato de los pájaros, ¿tiene continuación?.
Si no la tiene, disculpa mi ignorancia.
Besos

erik -

Si eso.
Esperemos.

toshiro -

Espero que este nuevo año destierre a los adjetivos que se llaman horrible.
Un abrazo.

Erik -

¿Sabes?... Hoy me acorde de ti,
no se por que, me imagino que por recordar en unos momentos a todos los anigos desconociddos del ciberespacio...

Vamos a por este nuevo a ver si resulta mejor que el anterior.


Seguro que si.

Ya ves esta noche cuando decidi marchar a tomar un poco de aire, de pronto me he dado cuenta de queiba cantando como un tonto por ahi....

Merche -

Bueno, amigo, a la chita callando ya hemos pasado otro annus horribilis más. Así, como quien no quiere la cosa, hemos podido dar tabarra 365 días más. Vamos a ver qué nos depara este. En todo caso, FELIZ AÑO 2006 :-)