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Erik

Trafalgar

Trafalgar

Estoy cansado, pero no porque el trabajo haya sido copioso, que raramente a lo que suele ser un lunes, ha sido más bien tranquilo, hoy el personal no ha sido muy numeroso. Pero si el trabajo interno mas estresante. Así no tenia pensado hoy salir a hacer mi ejercicio diario paseando hacia lo alto de la ciudad. Que es lo que suelo hacer cuando no tengo mucho tiempo para andar de largo. Lo suplo con las subidas a la parte antigua y me ahorro una hora. Mi médica me abroncó esta tarde ya que llevo prácticamente 15 días sin hacer nada de nada. Que ocurrencia, pretende que si no tengo tiempo de salir como antes, lo supla con algún artilugio para hacer ejercicio en casa, llámese una bicicleta estática, o un andador. Cosas horripilantes ambas, al menos para mí. Así es que al salir de la ofi, a la que había ido a buscar unos papeles con el fin de andar mañana un poco mas desahogado, me dirigí a recoger a Maria a la salida de la academia de ingles. He llegado justo en el momento en que salían junto a Mary y Antonio a los que les había dejado encargado de recogerla si no llegaba a tiempo yo, y como quiera que hace mucho que Antonio no iba tampoco a pasear, hemos decidido subir a dar una vuelta. Hemos justo llegado a arriba cuando el sol ya prácticamente se había escondido tras el horizonte y las pocas nubes se teñían de rojo. Hemos hablado, mirado, recordado (yo) y me ha empezado a preguntar y bueno, han salido imágenes de otros tiempos, otros seres, otros discos, mas seres. Una sonrisa picara se ha dibujado en su cara, que por cierto, para eso se pinta solo. Y he tenido que contarle algo (ligeramente chinchorrerillo). Le gustan detalles de aquí y allá. Le he contado como la otra tarde una chica se bajaba de su coche aparcado frente al cementerio y corría a lo que se imaginaba una cita nocturna con alguien al otro lado de la muralla… De cómo yo mismo ahí arriba de esa muralla charlaba con una vieja amiga cuando volvía por la ciudad al cabo de mucho tiempo sin venir y sin vernos. De cómo no se creía en absoluto que solo fuera eso charlar, a la puesta de sol, y solo eso (de nuevo sonrisa picara). De cómo mientras tanto mi ex en Madrid echaba mucho de menos no ser ella la que ocupara ese lugar en ese momento. Y de cómo también lo hiciera de nuestras compras de discos juntos en las tiendas mientras yo lo hiciera con esta amiga (del alma y no de la carne) y solo porque esta estaba mas cerca geográficamente que ella. Y definitivamente Antonio se ha ido esta noche pensando que mi querida amiga y yo teníamos algo más que amistad entre manos. Estoy cansado, ha sido un día muy cargado de emociones. O quizás es que los años van pasando y van siendo más……

 

(Erik: Ahi me gustaba subir a charlar con P.)

 

Músicas: Trafalgar por Bee Gees. Este era uno de esos discos.

P.D. Mientras digitalizaba este vinilo escribi este rollo de hoy, quizas suba todas las fotos tomadas esta tarde a mi fotoblogg en: http://errikg.fotopages.com/

3 comentarios

German diego -

chiguen a su madre los españoles

Bohemia -

Hay encuentro que merecen la pena...

mnkantavivir.com -

Yo ya desde hace un buen, la buscarìa, no se...como que estas amistades son las que nunca se deben de dejar, a pesar del tiempo y la distancia...para ella, segurito seria fenomenal saber nuevamente de ti, y para ti, una verdadera caricia al alma...si lo sabrè yo!!!, ademàs si tu la recuerdas con tanto cariño segurito ella lo hace igual..
un beso CHiquito..